Creo que hacía tiempo que no veía algo que me decepcionara tanto tantísimo. No hay por dónde coger la tercera temporada de Homeland y lo peor ¡va a haber una cuarta y una quinta! Sinceramente, ¿a quién le importa lo que vaya a hacer Carrie en Estambul y si va a tener o no tener el bebé? ¿a quién por Dios, a quién?.
No voy a negar que prefiero los finales bonitos, esos de fueron felices y comieron perdices, un final a lo Breaking Bad, que vale, nuestro queridísimo Walter también la palmaba, pero es que él era malo y si no lo mataba la poli se iba a morir igualmente de cáncer. Vamos, que con lo de los finales felices me refiero a que se cierre el círculo, las tramas, los personajes terminen su trayectoria, etc… Y, lo siento, pero en Homeland no ha sido así. Pobre Brody, después de pasar las de caín ¿alguien cree que debía morir ahorcado, y nada más y nada menos que desde una grúa y en público? A ver, que vale que una vez intentó un atentado con un chaleco bomba y tal, pero eso se lo perdonamos, primero porque se arrepintió y segundo porque estuvo 8 años secuestrado en Irak, porque fue torturado, porque tuvo que huír y lo volvieron a torturar, porque…. joder! ¡Que el tío ya lo había pasado suficientemente mal!.
Y bueno, dejando a un lado el triste final de Brody, la temporada como tal ha sido de lo peor que he visto en mucho tiempo. Hasta prácticamente el capítulo 8, lenta y aburrida y después demasiado Deus ex machina. Si tuviera que valorar con nota las tres temporadas de Homelanda irían así:
1ª temporada: 7,5
2ª temporada: 9,5
3ª temporada: 3
Está claro, por si no os habíais dado cuenta, de que no me ha gustado el final de Brody, que para mi es el final de Homeland, porque os puedo asegurar que no voy a ver a Carrie volviéndose tarumba por culpa de otro que no sea él. Homeland=suspenso.
Viene precedida de bastante éxito en EEUU y esa es la razón por la que empecé a ver La Cúpula. Eso y que la tele últimamente apesta bastante y era una buena opción para la noche de los lunes.
Todavía no se cuál es el motivo para sentarme religiosamente, cada semana, en el sofá y “disfrutar” de las idas y venidas de los habitantes de Chester´s Mill. Vamos a ponernos en situación; Chester´s Mill es un pueblo al que un día le nace o le cae o le aparece una cúpula transparente rodeándolo. Los primeros capítulos tratan únicamente de las desventuras de los individuos de este pueblo, y, claro, aquí es cuando ya algo empieza a oler raro. Quiero decir, ¿es necesaria la excusa de una cúpula para contarme batallitas y tramas de 1º de guión?. Vamos, que no es por criticar, pero es que lo que quiero saber es qué leches es la cúpula esa, de dónde ha salido y quién la ha puesto ahí. Lo demás es un añadido. O, por lo menos, eso creo yo.
Entonces, parece que alguien de la serie, director, productor o algún guionista parece que se da cuenta de que se han desviado un poquillo de la trama inicial y justo cuando estás a punto de abandonar la serie para siempre, empiezan a darnos pinceladillas de por dónde puede ir el misterio. Pero vamos, a expensas de ver el final, de momento un huevo que cambia de color y unos espejismos es todo lo que tenemos. ¡Ah! Y un par de ataques de epilepsia.
Que sí, que seguiré viéndola, porque a pesar de todo, me entretiene, pero de verdad que no entiendo todavía de dónde viene su fama y mucho menos aún, teniendo tan reciente el final de los finales de Breaking Bad. ¡Ays!! ¡Walter White te echo de menos!
No debería escribir esto, pero desde que me he levantado he estado mirando a ver cuándo colgaban el último capítulo de Breaking Bad. Lo esperaba como agua de mayo y, la verdad, no se como está el tema de las descargas, si es ilegal o sólo medio ilegal, pero soy muy fan de «elitetorrent«, y no me ha fallado. A media mañana ahí estaba Breaking Bad FELINA 5 x 16 VOSE, esperándome.
Llegar a casa y al lío. Sensación rara, ganas de ver cómo le ponían el broche final a una de las mejores series que he visto en mi vida (sin olvidarme de “A dos metros bajo tierra”, mi serie top) y pena porque iban a ser los últimos 50 minutos en los que iba a disfrutar de Walter White.
No voy a spoilear por que yo misma he estado evitando durante todo el día leer cualquier tipo de información sobre Breaking Bad, y eso que se resistía. Varios trending topic mundiales, Vertele con un par de artículos en la cabecera, blogs hablando del final… la verdad que ha sido difícil, pero lo he conseguido.
Como todo buen final de toda buena serie había mucha expectación y muchas teorías. Pero lo que más me ha gustado es que la AMC lo ha emitido en un cementerio previo pago de 45 dólares para verlo junto a los actores de la serie y el dinero se ha donado a acciones benéficas, me encanta.
Respecto a este esperadísimo final voy a ser breve; impresionante, increíble, brillante, genial, sobresaliente, extraordinario.
Definitivamente Breaking Bad merece la pena. Además, han creado una página (click en este enlace http://www.amctv.com/shows/breaking-bad/thanking-bad) dónde les podéis dejar vuestros mensajes, ¿a qué esperáis?
Una última cosilla, esto no es un spoiler como tal, pero algo tiene que ver con el final de la serie, y además me ayuda a terminar el post con música.
The Following es una serie protagonizada por Kevin Bacon que lleva emitiéndose en la Sexta desde el 15 de mayo.
Su trama principal trata sobre un asesino en serie, fan de las novelas de Poe, que se encuentra en prisión. Desde allí ha conseguido una red social de seguidores que asesinan por él. El FBI llama al ex-agente RyanHardy (Kevin Bacon), que lo había capturado previamente, para que les ayude con el caso.
La serie prometía y además había leído alguna crítica más o menos buena, por lo que en cuanto la estrenaron en La Sexta, ahí estaba yo, como un clavo, para no perderme ni un detalle. Los primeros capítulos me encantaron, rápidos y con mucha acción. De esos capítulos que pasan volando y que te dejan con las ganas de más y más. Giros inesperados que te anclan al sofá esperando ansiósamente ver cómo va a ser el siguiente paso.
Pero a veces, quién mucho abarca poco aprieta y The Following se ha ido desinflando a medida que pasaban los capítulos. Los giros y las tramas han pasado de inesperadas a inverosímiles. Porque claro, al principio sí te crees que un asesino en serie ha conseguido influir y abducir a un par de personas para que maten por él, pero cuando prácticamente todos los personajes que aparecen en la serie pertenecen a la secta, llega un punto en el que dices ¡Basta! No, otro más no, ¡por favor! Llega a ser ridículo y señores, el abuso del deux es machina no es bueno. Es más, yo diría que es negativo hasta tal punto que la serie ha pasado en dos capítulos de ser interesante a ser una serie mala y sin ningún tipo de atractivo.
En fin, resumiendo, no veáis The Following. No hay intríngulis, todos están en el ajo, hasta el apuntador.
Tener recuerdos desde hace más de 25 años acojona. Acojona porque te ves más vieja, más arrugada, con menos vigor… vamos que no es sólo que ahora tengas resacas, es que además esas resacas duran 3 días y para recuperarte necesitas un cóctel de espidifenes, coca cola y patatas de bolsa tamaño industrial, además de tirarte esos 3 días tumbada en el sofá. Sin embargo, en ocasiones, tener recuerdos tan lejanos resulta entrañable. Sobre todo cuando te pones a pensar en lo que veías en la tele. Hoy le voy a dedicar el post a tres series que fueron parte importante de mi infancia y adolescencia y que seguro recordaréis con cariño ¿Os acordáis cuándo todas las series estaban protagonizadas por afroamericanos?
Bill Cosby descubrió con esta serie el filón del blaxploitationtelevisivo. Esta sitcom fue un exitazo de los 80 que es imposible no recordar, sobre todo el extravagante personaje de Bill Cosby, con sus jerseys demasiado horteras hasta para la época y sus histriónicos gestos. La serie relataba en clave de humor los pequeños problemas que surgían en la familia y alternaba la comedia con capítulos dramáticos con moraleja incluída. Además sus cabeceras empezaban con unos bailes muy cachondos.
La serie iba de los Winslow , una familia humilde (no porque no tuvieran pasta sino porque el padre era el policía de la Jungla de Cristal y nunca sacó el tema).
Fotograma Jungla de cristal
El caso es que apareció en escena Steve Urkel, concretamente en el capítulo 4 de la primera temporada y se los comió a todos. Tuvo tanto éxito que se convirtió en la estrella del programa. La cosa se volvió extraña cuando el propio Urkel inventó un medicamento para convertirse en su alter ego Stephan, que enamoraba perdidamente a su adorada Laura Winslow, cosa que resultaba difícil de creer ya que por mucho que se quitara las gafas y se pusiera los pantalones en su sitio, era imposible verle guapo con esos ojos de sapo.
Un clásico (por cierto, todavía lo están reponiendo en Neox). Si alguien no se sabe la letra de la cabecera puede ser, bien porque es demasiado mayor, pero demasiado demasiado mayor, en plan abuelo de 80 para arriba o bien porque vive sin tele, perdido en el monte y en plan ermitaño.
Ays! Tío Phil, Carlton, Hilary, Jefrey…eran como de la familia! Y Vivian, qué decir de Vivian!, nos la cambiaron por la mujer que se comió a Gloria Stefan en mitad de la serie, pensando que no nos íbamos a dar cuenta. Crecimos con El Príncipe de Bel Air y sus personajes también crecieron con nosotros (mi novio dice que Ashley, la niña pequeña se puso muy buenorra).
Hay muchas más series, pero de momento hasta aquí el blaixplotation televisivo, si tenéis alguna sugerencia no dudéis en comentarla.
Lo primero de todo y para los novatos ¿Qué es Breaking Bad? Es una serie de televisión estadounidense. Su argumento; a un profesor de química de instituto, Walter White, bastante “loser” además de padre de un discapacitado y con una mujer embarazada, le diagnostican un cáncer. En una redada de la DEA organizada por su cuñado reconoce a un antiguo alumno suyo, Jesse Pinkman, con quien se pone en contacto para fabricar y vender metaanfetamina y así asegurar el futuro económico de su familia. Consigue conocer al dueño de «Los pollos hermanos», una conocida cadena de comida rápida, quien resulta ser un impresionante traficante. El acercamiento al mundo de las drogas y el trato con traficantes contamina la personalidad de Walter, que poco a poco empieza a convertirse en alguien sin escrúpulos.
Y ahora sí que sí, ahí van mis 10 razones para ver Breaking Bad;
1.-Porque tiene un guión original, loco, divertido y a la vez dramático
2.-Porque el casting de actores es inmejorable y además interpretan sus roles mejor que bien
3.-Porque está realizada con un estilo moderno y original.
4.-Porque es un ejemplo de lo que podría hacerse en España y no se hace.
5.-Porque además es educativa: se te quitan todas las ganas de probar drogas.
6.-Porque las tramas no se eternizan, constantemente introducen giros y además tienen sentido.
Mucho se habla del por qué las series españolas no llegan nunca a ser tan buenas como las extranjeras, sobre todo como las estadounidenses. Para desvelar cuales son en mi opinión las claves del asunto, aquí os dejo cómo serían esas series tan famosas a la Española.
Homeland: Mario Casas es un Guardia Civil secuestrado por ETA que aparece 8 años después. Blanca Suárez por su parte, sospecha que la tableta de chocolate de Mario Casas sólo pueden ser explosivos que le han implantado los de ETA para atentar contra el estado y se tira toda la serie tocándoselos y sobándoselos.
Juego de Tronos: Antonio Molero interpreta a Eddard Stark y es llamado por Jesús Bonilla (el Rey de los Siete Reinos) para ocupar la mano del rey después de que la anterior mano haya desaparecido tras un escándalo con cierta fundación que utiliza fondos públicos. A partir del segundo capítulo la trama central gira en torno a Twin Lannister protagonizado por Antonio Resines, señor de Roca Casterly, que intenta evitar durante toda la serie que sus hijos (Fran Perea y Verónica Sánchez) se líen entre ellos.
Breaking Bad: Paco Tous es un profesor de química de instituto al que le detectan cirrosis múltiple y para conseguir dinero para su familia se dedica a bajar a Marruecos y traer hachís metido en el culo.
Hace exactamente cinco años descubrí de manos de un amigo la saga Canción de Hielo y Fuego. Me regaló el primer tomo, Juego de tronos. “¡Muchas gracias!” Le dije, educación ante todo, aunque al ver aquella portada pensé: “pero, ¿qué frikada es esta?? ¿Se piensa que yo voy a leer este libro?”. Y, así, un montón de preguntas del estilo pasaron por mi cabeza intentando entender el por qué de aquel regalo y analizando si la imagen que se percibe de mi es la de una súper fan de la literatura fantástica a la que le gusta ir por la calle disfrazada y blandiendo una espada láser. En serio, no se si creéis que estoy exagerando, pero, viendo la portada ¿no hubieseis pensado lo mismo?
Portada de Juego de Tronos de George R.R Martin
Pensé que mi amigo no me conocía en absoluto, pero por como continuó la historia, a lo mejor me conocía demasiado bien. Al principio, tengo que admitirlo, aparté el dichoso regalo y lo condené al ostracismo. Hasta que no hice un viaje largo, larguísimo y en el que agoté los otros tres libros que llevaba conmigo, no empecé a leerlo.
Pues bien, aquel momento marcó un punto y a parte en mi vida. Desde entonces ésta se divide en: antes de Juego de Tronos y después de Juego de Tronos. Devoré las casi 800 páginas en tres días, aquella historia me atrapó de una manera que, todavía hoy, no ha conseguido ningún otro libro. Tramas bien construidas, personajes impactantes, desenlaces sorprendentes. Lo tiene todo y yo, lo confieso, tengo el Síndrome Stark.
Después de aquel increíble descubrimiento, he engullido todos y cada uno de los libros de la saga con la misma ilusión, energía y ganas que el primero. Y de repente, anuncian que nada más y nada menos que HBO ( culpable de súper series como “The Wire”, “Los Soprano”, “A dos metros bajo tierra” o “True Blood” entre otras) va a producir y llevar a televisión mi saga favorita. Tuve un momento de crisis, (normalmente las historias basadas en grandes títulos de la literatura llevadas a la gran pantalla no suelen cumplir mis expectativas), pero entonces llegó el primer caramelo: efectos especiales a lo bestia.
La primera temporada no me defraudó, tampoco la segunda, aunque he de reconocer que en ésta, por una cuestión de narrativa audiovisual los guionistas se tomaron cierta libertad y cambiaron algunas cosillas. Pero el resultado fue tan bueno, que se las perdono.
El 31 de marzo de 2013 se ha estrenado la 3ª temporada, o temporadón diría yo (si los guionistas son fieles a lo que ha escrito George R.R Martin) de Juego de Tronos. En esta nueva entrega va a haber muchos cambios, personajes nuevos, localizaciones si cabe más espectaculares que las anteriores y ¡qué os voy a contar de las tramas.. ! Os recuerdo que como ya me he leído los libros, se qué va a pasar. Aquí va un trailer de esta temporada. A ver si os pica el gusanillo.
Yo ya he visto el primer capítulo y aunque me esperaba más, no me ha defraudado. Es verdad que al ser el primero nos tenemos que reubicar y poner en situación. Por este lado cumple mis expectativas con sobresaliente. Pero, también, admito que le falta algo de chicha y espero que a medida que avancen los episodios reaparezca esa fuerza que me ha cautivado en las temporadas anteriores.
Juego de Tronos no es sólo una serie buenísima basada en una de las mejores sagas de libros que he leído, es también, lo que me ha abierto las puertas a un mundo que antes creía, no se si con razón o sin ella, sólo para algunos. Hablo de los frikis, esa especie que definimos como gente rara, apasionados de la fantasía y los videojuegos, fans de la ciencia ficción y las historias de terror. No se si esa es una buena definición, pero si ser fan de la saga Canción de Hielo y fuego es ser friki. Yo, Antonia, me declaro total y absolutamente friki. Seguro que ahora sois vosotros los que estáis pensando; pero ¿qué frikada es esa de Juego de Tronos? Como ya os he dicho, a mi también me pasó y con esta entrada en mi blog, os animo a descubrir al friki que hay en vosotros.
Y Gran Hermano vuelve a pinchar. Su archienemiga Antena 3 se ha vuelto a deleitar barriendo a Telecinco. Esta vez con un formato muy típico de la Semana Santa, pero a la vez novedoso y precedido de mucha fama y polémica en su estreno en EEUU.
Cartel History Channel
Ayer se estrenó «La Biblia» y, claro, tanto se ha hablado de esta serie que no podía pasar sin verla. Con un 23% de audiencia fue lo más seguido del día y no es de extrañar en un país tan laico y a la vez tan católico, en el que el público, seguro, tenía ganas de ver un Moisés que no tuviese la cara de Charlton Heston. Que era muy guapo, sí, pero pasados 50 años el bueno de Moisés bien se merecía un cambio de look. Aquí os dejo el trailer para que juzguéis vosotros si prometía o no.
Pues nada, a eso que nos pusimos a verla y como dice Miriam Lagoa en su blog En terra de series, «La biblia no es mala, es peor». Comparto su opinión de cabo a rabo. Los 22 millones de dolares del presupuesto parece que se lo han guardado los productores y han decidido hacer la serie con la calderilla de sus bolsillos.
La biblia es un libro que tiene unos relatos que ya de por sí podrían ser historiones plasmados en pequeñas obras maestras para la pequeña pantalla. En lugar de eso, en este caso, sus creadores pecan de avaricia y estoy convencida de que pronto les llegará su penitencia convertida en malas críticas.
Su error; pensar que cantidad es igual a calidad. Pasan como rayos por los capítulos del Arca de Noé, Moisés, David y Goliat, etc. y se les ve con ganas de llegar a la historia de Jesús de Nazaret. En vez de centrarse en contar mejor y con más calidad una parte más pequeña de la historia, consiguen un ritmo difícil de asumir por el espectador en el que te llegas a perder, y ya no sabes si Israel era el hijo, el nieto, el tataranieto de Moisés, o si directamente no tenían nada que ver pero con las prisas han mezclado tribus y linajes, y todavía no se han dado cuenta.
Moisés. History channel
Los ángeles. History Channel
Si a lo anterior le añadimos un casting penoso, actores sobreactuados, escenarios horribles y todo aderezado con unos efectos especiales de 1º de ordenador, nos queda una superproducción con un acabado de telefilme cutrón. Pero no todo es malo, la banda sonora compuesta por el artista Hans Zimmer, se salva de la quema. Un momento, ¿se habrán dejado todo el presupuesto aquí? …esto explicaría muchas cosas.
Mención aparte la polémica que ha suscitado el parecido de Satanás con Obama y que ha hecho que surjan denuncias contra la derecha evangélica estadounidense por cargar contra el presidente. Obviamente tanto History Channel como el propio actor que interpreta al Diablo aseguran que todo es pura coincidencia. Aunque viendo el parecido, una ya no sabe qué pensar.
Bueno, el miércoles emiten los siguientes capítulos y a no ser que alguien secuestre a mis padres y me obligue bajo amenaza de muerte a verlo, (y aún así me lo tendría que pensar) una servidora no le va a dar una segunda oportunidad a esta serie.
No puedo evitar mostrar mi debilidad ante este fantástico fenómeno que son las series. Soy fan y adicta a muchas, sobre todo extranjeras, y sobre todo de HBO (A dos metros bajo tierra, Mad Men Juego de Tronos …).
Como las series son un mundo y hay muchas entre las que elegir voy a dividirlas en dos categorías: series nacionales y series extrajeras.
En el blog de vez en cuando las series serán la categoría que comentaremos. Siempre daré mi opinión y aviso a navegantes; no tiene por qué coincidir con la vuestra.